domingo, 20 de agosto de 2017

La Vida es como una Cosecha, hay que sembrar para luego recoger...

El que Siembra – Recoge, el que Da – Recibe y el que Lucha – Obtiene!!!

Así es la Vida y siempre será igual… escoge el dicho que más te guste y aplícalo pero sobre todo entiende que para poder recibir algún fruto de lo que deseas debes preparar el terreno y cultivarlo.

Abonarlo con los mejores materiales e inyectarle todo el amor es necesario para que salga el fruto. Cuando se quiere lograr una meta en la Vida se debe poner la actitud, el cariño y la paciencia necesaria para que todo lo que uno siembre se cultive de la mejor calidad.

Esta metáfora, nos lleva a interpretar la Vida y a entender que: “El que siembra Escasamente, escasamente cosechara y el que siembra Abundantemente, en abundancia Cosechara” (2 Cor. 9:6)

Todo en la Vida tiene su orden, su principio, su lógica, solo queda que te involucres y analices antes de realizar acciones. La cosecha que obtendremos al final de nuestra vida sigue una pauta similar, nosotros vamos por la vida y a medida que vamos viviendo esparcimos semillas.

La calidad de esas semillas depende mucho de nuestra alegría, amor y bondad, lo cual se traducirá en una cosecha abundante y prospera que alcanzara para saciar primeramente nuestro ser interno y luego el hambre de todas las personas que estén a nuestro alrededor.

Dios, nuestra conciencia y la voluntad de querer aportar y dejar una huella en este mundo nos llama a ser sembradores prudentes y generosos, en donde nuestro corazón y la mente sean son los mejores terrenos a sembrar, para lograr que germine una semilla que traiga conocimiento, inteligencia y amor…

Por eso recuerden #NoCambieslaFormula y #PonTuMenteAlLimite…


Namaste, Carpe Dien y que la “Fuerza los Acompañe”

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